En los campeonatos de velocidad, de motos, hemos visto a
campeones por meritos propios o campeones por y de las circunstancias.
La mediocridad es la frontera entre los inútiles y los líderes,
es decir, los burros a los que en un momento determinado les pueden sonar la
flauta y que después de que le suene, le pidan repetir y se descubra el pastel.
Los mediocres suelen culpar a otros de sus propios errores,
no en vano están en la frontera de los inútiles, pero a diferencia de estos y
de los lideres, jamás reconocerán un error…todo será siempre culpa de los demás.
Son fácilmente detectables porque utilizan a los demás en su
propio beneficio; si tienen que ir de victimas lo harán, sin complejos…siempre tendrán
la posibilidad de desdecirse de lo dicho aun dejando con el culo al aire al que
en un momento dado han utilizado como apoyo.
Normalmente, como ocurre en el motociclismo, los mediocres
solo logran se campeones una vez, jamás repiten titulo porque es muy difícil que
se vuelvan a dar las circunstancias.
En la empresa en la que trabajo tenemos muchos de esos,
muchos que apoyados por las circunstancias especiales se han alzado con cierto
nivel de poder. A estos se les ve a leguas…funcionan amplificando pequeños
logros, que normalmente son usurpados a otros, y convirtiendo estos logros en un aparente
triunfo de las fuerzas intergalácticas del universo.
Hay un dicho, con mucha carga parasitaria, que indica que no
hay porque saber hacer las cosas, sino tener a alguien que sepa hacerlas por ti…es
el mejor lema que define a los mediocres…son unos inútiles con amigos útiles…en
Tussam hay un saco en la estructura orgánica, y si hablamos dentro de los
componentes del Comité de Empresa… ya es que lo bordan…que se salve el que
pueda.
También es cierto que no todas las personas pueden ser líderes
al uso, pero seguro que sí tienen suficientes virtudes…ya depende de la
personalidad y humildad de los mismos y de que quieran ser líderes en la
parcela de sus virtudes, lideres en la parcela que dominan.
La estructura ideal es la de una organización en la que sus componentes
quieren ser polivalentes y además lideres en sus parcelas…desde la humildad del
trabajo en equipo. Lamentablemente lo habitual es que los mediocres, que lo son
entre otras cosas por su falta de humildad y sus complejos de inferioridad, se
crean lo que no son porque les haya sonado la flauta una vez…y no me lo invento…si
miráis a vuestro alrededor veréis que proliferan como los hongos.
Hoy he soltado toda esta parrafada simplemente para decir
que a mí me encanta hacer rabiar a los mediocres…dejarles en evidencia…!!!me
encanta!!!...y no es porque yo me considere líder o algo por el estilo o porque
me crea más que nadie...no...Quizás sea porque, como a las células cancerígenas,
les es más difícil camuflarse cuando se les marca como a las reses…a lo mejor
no sirve para nada, pero por lo menos que se lo curren…sin acritud.
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