Parece que está de moda en las redes criminalizar todo,
llevar al extremo todo. Lamentablemente no nos lleva a analizar en profundidad
los asuntos, a actuar con rigor en las determinaciones e incluso a buscar información
sobre las mismas.
En
una de mis entradas ya hablaba de algo similar y algo que es recurrente
puesto que pedir como medida ahorrativa la supresión de determinadas partidas económicas
del presupuesto de la nación, en base a dar solución a otras carencias, nos
debe de llevar a analizar y conocer los datos y ver si de verdad esa supresión soluciona
el problema en cuestión o no es más que otro de los habituales cantos al sol de
los parásitos nombrados en otra
de mis entradas.
Esta vez me voy a centrar en el mundo del toro, de
detractores y promotores del toreo.
Los humanos somos animales racionales precisamente por
nuestra capacidad de discurrir y no deberíamos de tener una acción reacción basada
en nuestro instinto más primario.
Podría llevarme dos horas hablando en pro y en contra del
toreo, pero precisamente por el respeto a las diferentes sensibilidades, muy a
flor de piel por lo que expresare mas adelante, voy a obviar de momento el manifestarme
al respecto.
Lo que no veo natural es que se esté hablando de
sensibilidad sobre el sufrimiento animal y nos alegremos de la muerte de una
persona (también animal, por cierto), es incongruente, no casa con el sentir
mayoritario de las personas, al menos de las que yo conozco, con ese sentido
protector hacia los animales que les hace en cierta manera especiales, en
absoluto.
Pienso que estos asuntos, que se magnifican por la voz de un
descerebrado, no pueden sacarse de contexto, no pueden transmitir el sentir
general de las personas que se manifiestan claramente en contra del maltrato
animal, en todos sus términos, que mas bien, el de las declaraciones, demuestra
ser más irracional que a esos a los que el mismo acusa de maltratadores.
En definitiva, creo que un poco de preocupación por buscar información,
por analizarla y por procesar la respuesta en base a ese binomio, es la clave
para empezar a reactivar esa racionalidad, que parece se está perdiendo ya que
actuamos mas como ganado que como humano…Ganado humano…¿no suena al planeta de
los simios.
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