Hoy me he sorprendido de algo, no porque no me lo esperase o
lo intuyese, sino por lo que de mezquino tiene el asunto.
Hay determinado departamento en mi empresa cuyos componentes
son muy dados a los secretismos, porque ni entre ellos mismos no se fían unos de
otros.
Estas personas militan en un sindicato que, por su condición
mayoritaria en los tiempos cuando estas personas accedieron a sus plazas, tenía
cierto poder a la hora de “colocar” a los suyos en determinados cargos…aunque poder para eso nada mas, su acción sindical era prácticamente nula al margen de regar a
los colectivos más afines a ellos.
En su día y por motivos obvios de inoperancia, ese sindicato
perdió su condición de mayoritario cediendo ese lugar, por decisión democrática
de los trabajadores, al sindicato en el que milito.
Mi condición de sindicalista de ese “otro” sindicato y las
constantes muestras de operatividad y efectividad (que no infalibilidad) que demostramos día
a día, lleva a esto individuos a dirigirse mucho a mi para que le intente dar
soluciones a problemas que les surgen.
No tengo ni que decir que la mayoría de las cuestiones que me trasladan ya las habían canalizado previamente a través de su sindicato y ninguna de ellas se les solucionó. No
sé si por efectividad, por operatividad, suerte o simplemente porque su
sindicato no lo había siquiera intentado, casi todas las cuestiones se les
solucionaron y como es evidente, ninguna de esas soluciones fue objeto de
reconocimiento…algo que no cabe duda me la trae al pairo...Sencillamente porque dar soluciones a problemas de los trabajadores es una cuestión de principio sindical.
Bueno, voy al lio…en ese colectivo existen al menos cinco
personas que me facilitan habitualmente información “reservada”, informacion que sus líderes del cortijo
no quieren que salga de allí (una máxima de esa dependencia)…evidentemente
todos y cada uno de ellos apelan siempre a la manida frase de: “por favor que
no se vayan enterar que te lo he dicho
yo”…por mi, vale, sin problemas…aunque no me he caído de un guindo, acepto sus
condiciones porque esa información reporta mucho a la hora de ofrecer
soluciones a otros problemas del resto de la plantilla, aunque en realidad dicha información se me remita con otros intereses mas individualistas…es decir,
una relación de conveniencia por ambas partes.
Hasta aquí todo bien…Pero el hecho de que determinado
sindicato haya perdido “poder” a la hora de “colocar” a los suyos, de que
accedan a ese departamento personas por preparación y no por adscripción
sindical y que ese hecho, estando mi sindicato en mayoría, le lleva a la determinación
de que los elegidos son enemigos…ha determinado con que ahora esos “informadores”
hayan centrado la acusación de topo hacia uno de los nuevos…
Esa actitud, esa mezquindad me sorprende…me sorprende por la
torpeza, por el momento elegido…e incluso por las amenazas que imprimen en sus
palabras…aunque la palabra sorpresa quizás no sea la más adecuada, creo más
adecuado definir como COBARDÍA, absoluta cobardía y definiendo esa cobardía
como ausencia de miedo, quizás porque crean que algo va a cambiar y pueden
permitirse el lujo de arriesgar…de ahí el apelativo…la pregunta es…¿y si la nueva
línea estratégica de la gerencia, no solo se mantiene sino que incluso se
incrementa?...¿y si mi sindicato vuelve a tener mayoría?...Me da que están cangándola.
En fin, lo que quería decir es que existen personas que aun
siendo acusadas en falso, aun siendo acosadas, amenazadas, y presionadas, se
mantienen firmes…y eso a los mediocres les jode…como a mí tambien me sorprende ese ataque de arrojo de quien habitualmente es cobarde y por supuesto no me sorprende la torpeza a la hora
de mantener fidelidad a quienes en su día les colocaron en el puesto…en fin…más
de lo mismo…
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