sábado, 10 de marzo de 2018

EL VENDEDOR DE HUEVOS



He tenido la tentación…la tentación de seguir escribiendo y quintuplicar el número de lectores…Sí, se ha quintuplicado con los últimos escritos…¿Qué significa esto?...dadme un minuto y lo explico, pero antes vamos a algunas cuestiones que tienen relación directa con esos escritos y servirán de prologo para la continuidad en otra línea.

Si pincháis en estas líneas leeréis una pequeña historia que sirve para reflexionar a nivel ético y como mensaje subliminar a algunos de los instigadores cobardes aludidos en mis anteriores escritos…esos que ejercen la prepotencia solo cuando tienen de su lado al poder y la ejercen sin piedad contra los más débiles a pesar de no haber tenido arrojos de hacerlo contra los poderosos…un inciso; El más gordo de la caleta para uno de esos que seguro ya sabe quién es…perdón, continuo..

Continuando con la explicación, me he encontrado con un pelotazo de visitas a raíz de las últimas entradas…si tuviese el blog monetizado hubiese ganado una pasta…y además habría encontrado el filón que algunos llevan buscando años. No me interesa.

Llevo tiempo escribiendo de temas sociales, de lucha, de la dejación de esta por una gran parte de la sociedad, y todo por intentar ilustrar de las consecuencias de que a esta sociedad le guste más la sangre de otros, que el compromiso de uno mismo…

No, no voy a renunciar a ello, al menos de momento y mientras pueda aguantar…quizás relaje en determinados momentos por una simple cuestión de recarga emocional tras determinadas decepciones, pero no renunciare a que los lectores de este humilde espacio lo visiten mayoritariamente por motivos alejados del “Sálvame de Telecinco”…

Cierto es que tampoco renunciare a ser políticamente incorrecto y en algunos momentos hasta excesivamente borde, pero ¿dejar de disfrutar para parecer un clon de los cobarde?...negativo, la línea está marcada…eso sí, sacando la basura.

Respecto a las tres últimas entradas…reiterarlas, no vaya a ser que algunos puedan creer que esto plegando velas…es más, la amplío, como habéis leído más arriba, a alguien en particular…Afortunadamente mi trayectoria me permite aludir a personas sin nombrarlas y sin que por ello se me pueda acusar de falta de valentía…y si se me acusa mejor, señal de que están rabiosos…a eso sí que no renuncio…no renuncio a las claves cripticas, a la adaptación del texto a múltiples versiones, hipótesis o realidades…eso de los mensajes subliminales y de la ironía, me encanta, aunque este muy lejos de dominar dichas técnicas, me encanta practicar para ir aprendiendo.

He comenzado el texto haciendo alusión a una historia sobre un vendedor de huevos…el efecto de este escrito no se ha hecho esperar…me comunica ese vendedor que han aparecido por su tenderete unos 700 sujetos que le han comprado dos huevos cada uno…según me dice este mismo vendedor, se los han metido en la entrepierna…según le han dicho, para simular que son cojones…no entiende la razón…le he dicho que no se preocupe, que es un experimento social y genético sobre el efecto de determinada fuente de  calor sobre los huevos, las consecuencias de que todos los pollos nazcan hembras y los riesgos de la cercanía de estas hebras de pollo en relación al ano, sobre todo teniendo en cuenta la presumible tendencia sexual de los huéspedes…única explicación que se me ocurre a bote pronto…porque de valentía van “más que sobrados”.

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