Un portazo en las narices…como dije en
la anterior entrada, se pueden tratar los asuntos desde la positividad sin
perder profundidad…
Por mucho que hagas o digas…te quedas
con el portazo…o te hundes pensando en todo; merecimientos, no merecimientos,
alternativas, justicia o injusticia, etc., o aprovechas el sonido del portazo
para hacer una canción y el aire para acicalarte el pelo…al fin y al cabo esta
en ti acentuar la situación o tomártelo como una muesca mas en tu revolver de
la vida.
Es cierto que cuando te haces una herida
en una cicatriz es más difícil de cerrar, pero por el contrario, visto con
positividad, la zona cada vez es más insensible…deduzco por tanto que la
debilidad vendría por “pérdida de sangre”…que si te coge débil es más peligrosa…como dijo Van Gaal.."siempre positivo".
Es cierto que mantener coherencia es
complicado en muchas ocasiones, no en vano eres capaz de romper todos tus
esquemas mentales, físicos y morales por determinadas cuestiones, incluso
cuando has hecho propósito de enmienda de errores del pasado, pero también es
cierto que el mismo poder invisible te puede llevar a realizar el mayor de los
ejercicios de autocontrol y fuerza de voluntad que te puedas imaginar…ambas
cuestiones contraponen mi tesis sobre la positividad por encima de todo, lo que
no resta fondo teniendo en cuenta que el mayor ejercicio de positividad es el
tener claro que no siempre se consigue todo lo que uno quiere, precisamente
radica en encajar con entereza.
El éxito en la vida tiene una receta
sencilla en cuanto a sus ingredientes, pero muy complicada en cuanto a la proporción
de esto…no existen cánones fijos para la receta…dependerá de las situaciones…en
una se requiere más sal y en otras más pimienta, pero el nexo común es
equilibrar las dosis de los ingredientes en función de los comensales…
Está claro que todos queremos hacer lo
que se nos apetezca sin que nadie nos marque el paso…lamentablemente, para eso tendríamos
que tener cada persona un mundo, un reino, un imperio…la riqueza de la vida se encuentra
precisamente en eso…y tienes dos, o dejas que te marquen el paso, o lo marcas
tu…teniendo claro que si lo marcas tú de una manera exigente, como si de un
derecho por encima del de los demás se tratase, te veras obligado a hacerlo en
todo…eso te convertiría en una persona igualitaria, que no objetiva...
Sin duda, al final de todas estas
historias se determina una lista, un orden, unos niveles…cada da cual te sitúa
en el estadio que estima conveniente y tú haces lo mismo con los demás..!!ojo!!...cada
cual lo hace y se lo hacen, con un rasero diferente…no sería lógico pues que exigiésemos
al de al lado nada si no aceptamos que se nos pueda exigir.
Una vez dicha esta sarta de apreciaciones
personales, creo que tenemos claro que no siempre nos ponen, o ponemos, a las personas en el
nivel adecuado a nuestro sentir personal…es más, se nos genera dudas al ver que hay personas que nos dicen tener en un nivel mayor cuando la realidad de los hechos es que
verdaderamente te tienen en otro muy inferior…
Cierro con la aplicación positiva del
tratamiento de la herida en la cicatriz…creer siempre que estas en el nivel, en
el ranking, de otras personas, que te merecerías a tu juicio y por tu forma de
actuar…y lo más importante, no esperar estar en el nivel que te dicen que estas…lo
primero de imprime motivación y lo segundo te protege de lo negativo…dos de los
ingredientes del éxito…esta es la teoría…¿te atreves con la practica?...!ah! y
no te asuste de la sangre, tienes cinco litro y mientras más cortes en la misma
cicatriz, menos dolor, pero sobre todo, péinate con el aire del portazo, seguirás
dolido por dentro, pero presentable por fuera…solo tienes que sacar la basura.
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