domingo, 28 de enero de 2018

CASI EN VERSO



Estaba intentando escribir en verso…muy básico evidentemente…pero me he dado cuenta de algo al escuchar la comparsa de Kike Remolino; Los campaneros…una diferencia, para mi sutil, entre lo que habitualmente se escucha en comparsa…Kike transmite positividad y entusiasmo sin perder profundidad…

A quienes no sois seguidores del carnaval os puede sonar a chino, es cierto, a mí, que tampoco es que sea un erudito en estos menesteres mas allá de la afición de base, me hubiese sonado a chino si me lo hubiesen dic hace unas horas, pero me ha venido de lujo para aprender algo mas y, de paso, como introducción de este texto.

El enojo induce al enojo…la felicidad genera felicidad…la frustración genera más frustración…básicamente por eso que sacamos del refranero…”donde fueres, haz lo que vieres”…es cierto se pueden decir verdades, discrepar, e incluso confrontar, sin tener que llegar a traspasar determinados límites, simplemente elegir que terreno queremos pisar en el debate.

Recuerdo que cuando niño -suena a comienzo de una canción, ¿a que si?- cuando jugábamos al “futbol callejero” no necesitábamos arbitro para marcar las normas…estaban dictadas y mas allá de algunas escaramuzas, se terminaba el partido empapados en sudor y muy, pero que muy contentos…¿ingenuidad?..quizás o quizás eso que dicen los esotéricos de que el cerebro involuciona con los años. Pero creo que lo del “partido callejero” le da mas sentido, si cabe, a lo expresado en el párrafo anterior…sobre todo a lo de: “felicidad genera felicidad”.

Continuando con el símil y con eso de las normas no escritas de esa modalidad deportiva, que lamentablemente está en peligro de extinción, podemos observar como la mente adulta es la que le da un sentido más “racional”…Normas:

1. El gordito siempre era el portero

          Dicho así y analizado desde la perspectiva adulta…!!Estamos ante un caso de bulling!!...Lo que seguramente estos iluminados adultos no recuerden es que ese “gordito”, no sabía jugar al futbol, en la mayoría de las ocasiones (que también había gorditos que jugaban de cine y no se ponían de portero), y que los niños podían elegir entre aislarlo del grupo o integrarlo…si hacemos una retrospectiva vital recordaremos que ninguno de nosotros pensaba que ofrecerle jugar de portero era para atacarle…

          El pensamiento positivo, libre de paradigmas y trabas, normalmente implantadas por adultos mediatizados, generaba felicidad en todos…

       Podía analizar todas las normas y hacer ver el sentido de equidad, de colaboración, de solidaridad, de competitividad sana, de liderazgo y un sinfín de cualidades  pero aplicadas todas desde el positivismo que da la “ingenuidad infantil”.

          Sí, se puede reivindicar desde la positividad…no hace falta la escenificación de la confrontación para ser el más aguerrido, ni siquiera hace falta llegar a la confrontación más sangrante para ser efectivos…la positividad de da ese plus de inteligencia que tenias dormida, que tenias tapada por los venenos de las puntas  de los cristalitos de tu estomago…la positividad te despierta esas capacidades cognitivas que habías dejado en el ostracismo conforme crecías…

          Dicen que la vida, en el proceso natural sin injerencias del destino, es capicúa…lo mismo es eso, naces sin dientes...te sale una completa dentadura... y mueres sin dientes…lo mismo también naces con un cerebro prodigioso…te degeneras….y empiezas a recuperar parte de esas habilidades dormidas en el ultimo tercio de tu vida…cierto es que, planteado desde el punto de vista negativo, nos encontraríamos en la paradoja de que cuando está en su punto álgido…termina el ciclo…Dale la vuelta...analizalo pero en positivo, si te empiezas a dar cuenta que está evolucionando, cuando te empiezas a dar cuenta...como poco te quedarian 15 o 20 años para sacarle partido…

          Cuando eres niño empiezas a perder porque no eres consciente de lo que tienes ni de lo que está sucediendo….simplemente te adaptas, crees que es normal…¿y si fuese cierto eso de la vuelta?...realmente no lo sé, pero está claro que los años te dan perspectiva…¿segunda oportunidad?...insisto, no lo se, pero en realidad tampoco pierdes nada por verlo de esa manera positiva y ponerlo en práctica, al fin y al cabo, ahora puedes ser consciente de lo que pasas y en cualquier caso, demostrado esta que la felicidad genera felicidad…¿te apuntas a intentarlo?

PD: Lo del verso para más adelante, si estoy en lo cierto, los años me harán perder el absurdo sentido del ridículo…

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