En mi trabajo tenemos una especie de cachondeo con un
ficticio personaje que, en temas sindicolaborales, preconiza con un asombroso
acierto determinadas cuestiones…los compañeros de otro sindicato la bautizaron
cariñosamente como “bruja Lola”.
Está claro que detrás de esas “artes adivinatorias” no
existe ninguna componenda esotérica ni poderes paranormales de quien redacta
esos textos.
En otros ocasiones he manifestado que todos tenemos
capacidad para hacer diagnósticos de situaciones y que esos diagnosticas
aventuran un futuro en base a los datos que tenemos para analizar en el
presente y el comportamiento de los elementos en liza dentro de determinado
medio o plano temporal.
En la vida real ocurre más o menos lo mismo…seguramente en muchas
ocasiones hemos anticipado comportamientos de determinadas personas o hemos
esperado determinadas reacciones simplemente por esos pequeños y sutiles detalles
que nos han llevado a detectar que no es oro todo lo que reluce.
Como he dicho antes, no creo que se deba a ninguna capacidad
paranormal…simplemente se suele llamar intuición a ese análisis del compendio
de detalles sutiles que tu detectas y otras personas no, pero que te lleva a
ponerte en guardia cuando, seguramente, el resto de elementos estén diciendo lo
contrario…lo que se suele llamar “apariencias”.
Sin lugar a dudas y cuando uno ya tiene un número determinado
de experiencias vitales, es complicado que “quien sale rana” te llegue a coger
de sorpresa…algunos lo llaman desconfianza….casi podemos decir que tenemos una
bola de cristal que funciona…aunque también son muchas las ocasiones en las que
esperas y deseas equivocarte…y esas son en las que, sin ser sorpresivas, puedan
llegar a molestar….son esas ocasiones en las que te molesta sobremanera volver
a llevar razón.
Estoy convencido que a casi todo el mundo le pasa, pero
existen dos maneras de encararlo sin que ello te lleve a la reclusión monacal
del mundo exterior…Te puedes hacer el loco, no analizar y que estés
constantemente recibiendo palitos….o te puedes hacer el loco, analizar y
anticipar la llegada del palo con unos mecanismos de defensa “sutiles y
personales”…personalmente prefiero la segunda por el sencillo hecho de que
quienes están a dártela no merecen ser tu centro de atención o consumir tu
preciado tiempo mas allá de lo necesario…esto último muy importante y que es precisamente
la diferencia de andar a pecho descubierto.
En unos días tendré que dar ciertas noticias a alguien de mi
entorno laboral que seguramente puedan llevar a esta persona a perder la fe en
determinados grados de amistad…aunque me estoy planteando no hacerlo precisamente
por ese motivo de gestionar los datos y omitir los que no aporten…todo dependerá
de las circunstancias…lo que está claro que hay ocasiones en los que, en una operación
matemática, centrarse solo en los números redondos te dan un resultado y por el
contrario si le sacas decimales cambia completamente el sentido de la operación…detalles
como el de variar el sentido de los enunciados haciendo parecer que dices lo
mismo…dos más dos no es igual a dos y dos…pero seguramente todos nos situaríamos
en el significado sumatorio para responder…detalles sutiles que cambian por
completo el resultado.
Toda esta exposición prosaica puede tener su sentido a través
de las propias matemáticas, concretamente si nos basamos en la teoría del caos, con
todas las variantes…esas explicaciones y teoremas matemáticos también es
determinante para desenmascarar a los farsantes…no existen determinados poderes
sobrenaturales, aunque si mentalistas que analizan mas detalles de una situación
que el común de los mortales suele analizar…luego los cálculos rápidos hacen el
resto.
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