Vivir, una experiencia que dura toda una vida…y además, cuando
aprendemos a vivir, resulta que ya se ha acabado el tiempo….eterna paradoja.
Hoy he añadido una nueva lección a mi experiencia vital…Ayer,
alguien cercano y a quien quiero mucho ha vivido por una tarde lo que merece
disfrutar y ha sufrido en la misma tarde lo que no debería haber vivido nunca.
Es complicado explicar sin referencias personales, pero creo
que se entiende…una persona cuya vida es fruto de unas circunstancias y que
frena los cambios de salir de ellas por las propias circunstancias, resulta que,
ni siquiera ayer, por una sola vez, el nexo negativo no le permite ni el
disfrute de una tarde con quienes siempre han querido que no sea víctima de las
circunstancias….paradójico.
Es cierto que todos tenemos defectos y que los de tu
entorno, sobre todo los que te aprecian, te perdonan tus excesos en determinadas
circunstancias….lo que no tiene lógica es que toda una vida aguantando excesos
de otros te lleve, no solo a seguir aguantándolos amplificados, sino que además
no te deje ni cometer uno solo de los tuyos….y el entorno aplaudiendo.
Mirarse el ombligo también es una lección que se aprende….se
aprende de los errores cometidos y si quieres los corriges…hay
un mito que habla de 21 días para adquirir un habito y aunque en realidad
es solo eso, un mito, no cabe duda que es un modo de comenzar a generar rutinas
que modifiquen el comportamiento que quieras erradicar.
Sí, estoy convencido de que la gente que quiere, cambia, sin
lugar a dudas…lo mismo que nos acostumbramos a lo bueno, porque es fácil,
podemos desechar lo menos bueno, aunque esta retracción es más compleja porque
no genera placer.
En realidad y a pesar de la tarde de ayer, no puedo estar
satisfecho de ver que un entorno “obliga” a una persona a no dar el giro a su
vida, pero ahora que el marrón se amplifica la dejen en la estacada. No, no
estoy satisfecho…sencillamente porque esa persona no se lo merece…pero como
dije, cada uno toma sus propias decisiones y hay que mirarse el ombligo de vez
en cuando…¿Qué necesito cambiar de mi vida?...siempre estas a tiempo, sobre
todo cuando la gota que colmo el vaso ha sido precedida por muchas otras más
que encharcan la mesa.
Seguramente estas letras no las lean ninguno de los que
estuvieron presentes en la tarde de ayer, pero en cualquier caso se trata de
entender que todas las composturas tienen una durabilidad y todo lo arreglado
tiene un límite de composturas, pero que siempre supone un esfuerzo eso de
cambiar los hábitos…solo hay que proponérselo y querer, aunque primero hay que
ser conscientes de la tara y de que existen soluciones…sin esto último, mal
camino….y siempre, siempre, recuerda que te criticaran…
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