Mi última valoración respecto a los modelos de liderazgo precedía
a los análisis que sobre las elecciones sindicales en mi empresa realicé.
Hoy quiero coaligar ambas cuestiones en un texto
constructivo, a poder ser, pero a la vez pelín acido.
Ya os comunique que el sindicato en el que milito y del que
desde el pasado miércoles soy el máximo responsable, ganó las elecciones en
Tussam. También os dije que era la cuarta vez consecutiva que eso sucedía y que
eso era algo que los poderes facticos no podían soportar por más tiempo.
También os di norte de las continuas maniobras que desde eso
poderes se han venido realizando y se realizan, en coalición con determinadas
organizaciones políticas y sindicales, para intentar derrocar la voz mayoritaria
de los trabajadores de Tussam.
Metiendo todas estas cuestiones en la coctelera parece que
quieren dar una vuelta de tuerca más. Parece que exigen a determinadas
organizaciones que se mojen…que creen que es la única manera de acabar con los “rebeldes
verdes”…sí amigos, después de ocho años en los que no han sido capaces de dar
la cara aun teniendo una correlación de votos que lo permitía, aun habiendo
hablado de comité de empresa democrático y representativo, los lobbies político/sindicales,
les instan a un pacto contra ASC...
De la coctelera sale ese modelo de líder “cuchara” que será manejado
por hilos que tienen intereses contrapuestos a los que presuntamente tendría
que defender ese líder…no cabe duda de que la estrategia “portera” les ha
salido bien…mucho critiqueo, mucho rumoreo y poco contenido…
En mi empresa hay mucho interesado en puestos de dirección y
jefatura, por lo tanto que una organización sindical como ASC, que se caracteriza por ser dura y exigente, no es plato
de buen gusto…algo que estaba en cierta medida frenado por el gerente saliente
y que, como ya os dije, se volvió a reactivar en el momento en que se conoció la
caducidad de este…
No renovar a trabajadores aun haciendo falta, con el
objetivo de que no votasen conociendo que sus afiliaciones no eran favorables a
los sindicatos colaboradores, tener frenadas soluciones dadas por mi sindicato
y que casualmente empezaron a publicitar después de las elecciones, etc., han
sido algunas de las tácticas utilizadas.
Este es un extracto de uno de mis artículos anteriores: Cuando
se trata de liderar un equipo en un ente donde son las personas las que te dan
la cuota de apoyos suficiente para liderar un proyecto, te quedan dos opciones…o
manipulas a las personas comprándolas con prebendas, a la misma vez que desprestigias
a tu oponente con rumores infundados y falsos…o simplemente expones tu proyecto….en
definitiva se trata de levantar la mano por una de las opciones.
Ese texto era un preludio de lo que nos esperaba, una predicción
de mi famosa “bola de cristal”…nos espera en mi empresa un liderazgo sindical
basado en esas dos premisas…prebendas a los afines y desprestigio de los
contrincantes…dado que ha quedado demostrado que los votantes no quieren
analizar cumplimientos de programas o logros alcanzados a la hora de ejercer el
voto de manera objetiva….sino que por el contrario existen otros condicionantes
que nada tienen que ver con obligaciones sindicales y que son los que inclinan
la balanza.
Concluir esta coctelera es sumamente sencillo y complicado a
la vez. Por una parte está el análisis ideario y por otra el estudio de mercado.
Si nos remitimos al modo exclusivamente ideario nos lleva a
pensar que el votante ha perdido definitivamente el vínculo a las ideas, que
apelar desde una perspectiva purista no acaba de llegar al suficiente número de
votantes que permita seguir creciendo sobre esa base o que al menos te dé la
suficiente fuerza para iniciar ese cambio.
Si nos remitimos exclusivamente al “análisis de mercado”
ocurre lo contrario, perdemos ese voto de la gente con fondo ideológico, que es
la que en realidad sustenta el modelo.
La solución se puede simplificar con un acercamiento a la
parte comercial con el objetivo de hacer crecer la parte idearía…siempre con la
intención de eliminar los fantasmas que radicalizan a ambas partes, en ambos
sentidos…y siempre con la intención de equilibras las cosas.
No cabe duda de que es las cosas cambian, lo expuesto es
fruto de ello, pero no es menos cierto que los cambios pueden suponer una involución
o una evolución…yo apuesto, con mi granito de arena, a los segundo…¿ tu?..¿prefieres al principe de las tinieblas?
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