sábado, 17 de diciembre de 2016

PACTO CON EL DIABLO



Mi última valoración respecto a los modelos de liderazgo precedía a los análisis que sobre las elecciones sindicales en mi empresa realicé.

Hoy quiero coaligar ambas cuestiones en un texto constructivo, a poder ser, pero a la vez pelín acido.

Ya os comunique que el sindicato en el que milito y del que desde el pasado miércoles soy el máximo responsable, ganó las elecciones en Tussam. También os dije que era la cuarta vez consecutiva que eso sucedía y que eso era algo que los poderes facticos no podían soportar por más tiempo.

También os di norte de las continuas maniobras que desde eso poderes se han venido realizando y se realizan, en coalición con determinadas organizaciones políticas y sindicales, para intentar derrocar la voz mayoritaria de los trabajadores de Tussam.

Metiendo todas estas cuestiones en la coctelera parece que quieren dar una vuelta de tuerca más. Parece que exigen a determinadas organizaciones que se mojen…que creen que es la única manera de acabar con los “rebeldes verdes”…sí amigos, después de ocho años en los que no han sido capaces de dar la cara aun teniendo una correlación de votos que lo permitía, aun habiendo hablado de comité de empresa democrático y representativo, los lobbies político/sindicales, les instan a un pacto contra ASC...

De la coctelera sale ese modelo de líder “cuchara” que será manejado por hilos que tienen intereses contrapuestos a los que presuntamente tendría que defender ese líder…no cabe duda de que la estrategia “portera” les ha salido bien…mucho critiqueo, mucho rumoreo y poco contenido…

En mi empresa hay mucho interesado en puestos de dirección y jefatura, por lo tanto que una organización sindical como ASC, que se caracteriza por ser dura y exigente, no es plato de buen gusto…algo que estaba en cierta medida frenado por el gerente saliente y que, como ya os dije, se volvió a reactivar en el momento en que se conoció la caducidad de este…

No renovar a trabajadores aun haciendo falta, con el objetivo de que no votasen conociendo que sus afiliaciones no eran favorables a los sindicatos colaboradores, tener frenadas soluciones dadas por mi sindicato y que casualmente empezaron a publicitar después de las elecciones, etc., han sido algunas de las tácticas utilizadas.

Este es un extracto de uno de mis artículos anteriores: Cuando se trata de liderar un equipo en un ente donde son las personas las que te dan la cuota de apoyos suficiente para liderar un proyecto, te quedan dos opciones…o manipulas a las personas comprándolas con prebendas, a la misma vez que desprestigias a tu oponente con rumores infundados y falsos…o simplemente expones tu proyecto….en definitiva se trata de levantar la mano por una de las opciones.

Ese texto era un preludio de lo que nos esperaba, una predicción de mi famosa “bola de cristal”…nos espera en mi empresa un liderazgo sindical basado en esas dos premisas…prebendas a los afines y desprestigio de los contrincantes…dado que ha quedado demostrado que los votantes no quieren analizar cumplimientos de programas o logros alcanzados a la hora de ejercer el voto de manera objetiva….sino que por el contrario existen otros condicionantes que nada tienen que ver con obligaciones sindicales y que son los que inclinan la balanza.

Concluir esta coctelera es sumamente sencillo y complicado a la vez. Por una parte está el análisis ideario y por otra el estudio de mercado.

Si nos remitimos al modo exclusivamente ideario nos lleva a pensar que el votante ha perdido definitivamente el vínculo a las ideas, que apelar desde una perspectiva purista no acaba de llegar al suficiente número de votantes que permita seguir creciendo sobre esa base o que al menos te dé la suficiente fuerza para iniciar ese cambio.

Si nos remitimos exclusivamente al “análisis de mercado” ocurre lo contrario, perdemos ese voto de la gente con fondo ideológico, que es la que en realidad sustenta el modelo.

La solución se puede simplificar con un acercamiento a la parte comercial con el objetivo de hacer crecer la parte idearía…siempre con la intención de eliminar los fantasmas que radicalizan a ambas partes, en ambos sentidos…y siempre con la intención de equilibras las cosas.

No cabe duda de que es las cosas cambian, lo expuesto es fruto de ello, pero no es menos cierto que los cambios pueden suponer una involución o una evolución…yo apuesto, con mi granito de arena, a los segundo…¿ tu?..¿prefieres al principe de las tinieblas?

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