Los cambios de etapas siempre traen incertidumbre, siempre sensaciones
negativas propias del desconocimiento.
En mi empresa también ocurre…dos veces en poco más de un año…tenemos
cambio en la Gerencia.
En este caso no se debe a causas políticas, aunque el nombramiento
provisional tenga mucho de carga en ello.
Antes de entrar en el tema en concreto he de decir que ahora
entiendo muchas de las derivas que ha ido cogiendo la empresa en estos últimos meses
antes de las elecciones sindicales…exceso de equilibrio arto sospechoso.
En mi empresa, a nivel superior de la escala de mando, son
expertos en oler el hedor de la carne caducada y especialistas en sacar partido
de ello…Sobrevivir a varias legislaturas y teniendo una carga tan “apolítica”
es ciertamente complicado a menos que la genética tenga mucha similitud a la de
los más avezados carroñeros…en este caso se vuelve a demostrar ante la
descarada insolencia de las actitudes tan indisciplinadas respecto al gerente
saliente…creo que jugar de manera partidista es una muestra más que sobrada.
Del Gerente saliente, Francisco Arteaga, no puedo tener otra
queja que la de los errores propios de quien no conoce de manera pormenorizada
el paño. De otra parte puedo aplaudir determinados aspectos que me han
sorprendido gratamente, como pueden ser esa empatía social, la cercanía y sobre
todo la contundencia a la hora de aplicar, sin medias tintas, lo pactado…
En realidad es poco tiempo para hacer una valoración lo
suficientemente objetiva, pero creo que no he errado demasiado el tiro.
En la época Torreglosa ya se iniciaron algunos aspectos que no
me gustaron demasiado, sin desmerecer la labor técnica de este, aunque si el fondo
de social del mismo…siendo una valoración positiva en ambos casos, pero con
matices, espero que el futuro contenga el índice de imparcialidad de ambos, a
nivel sindical, a pesar de las presiones.
Del Gerente entrante poco, o mucho, que decir….tengo muchos
datos de sus actuaciones…desde el nivel político, hasta el nivel técnico, pasando
por el nivel directivo presente y pasado.
Después de muchas negociaciones creo que algo nos conocemos
mutuamente a ese nivel, aunque sin duda es diferente a cuando su nivel de
representatividad era bastante inferior.
En lo que a capacidad negociadora referente a su aptitud,
sin comentarios, creo que he aprendido mucho aun estando al otro lado de la
mesa. Respecto a la imparcialidad sindical sí que puedo plantear mis dudas,
seguramente erróneas, pero dudas al fin y al cabo.
No sé si su periodo de vigencia en el cargo, presuntamente
transitorio, puede ser positivo o negativo. No sé si su cambio de posición jerárquica
puede extrapolar otra situación diferente respecto a la negociación. Lo que si
tengo claro es que sin una situación escorada a lo social y especialmente
imparcial creo que los próximos meses no van a ser para nada sosegados.
También sé que su comprometido y marcado carácter disciplinado
podría ser un as augurio en tanto en cuando ya tenemos precedentes poco
agradables para la ciudadanía y para los trabajadores. No me agradaría para
nada que ese compromiso político fuese utilizado como ya hiciesen con el pelón…espero
equivocarme.
Para terminar tengo que manifestar que ese cambio también puede
coincidir con otros a nivel de dirección del sindicato en el que milito…quizás también
transitorio pero sin duda con mucha carga diferencial respecto al pasado más
reciente.
En definitiva, cambios y mas cambios…quiero pensar que para
positivo….y voy a trabajar, en la parte que me corresponda, para que así sea….dicen que dos no se pelean
si uno no quiere….al otro solo le queda dejar de complacer caprichos de hijos
malcriados para llegar a puerto…al uno solo esperar sentado afilando la espada
por si las moscas.
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