jueves, 1 de diciembre de 2016

ESTA NOCHE, UNO DE VOSOTROS ME VENDERA...



Resaca de elecciones sindicales, de digerir resultados y de ver claramente como la promoción empresarial a determinadas organizaciones son una descarada vulneración de los principios de no discriminación recogidos en el convenio colectivo.

No voy a ir por ahí, creo que con los textos anteriores se queda meridianamente de manifiesto cual es el juego de traiciones que comandan estos eventos.

De traiciones va la cosa, de deslealtades si queremos suavizar el término, e incluso, si me apuráis, de falta de apoyos por intereses bastardos…que en definitiva no son ni más ni menos que traiciones en diferentes grados.

Dicen que para que haya traición tiene que hacer afecto, de ahí que la traición va antecedida por una relación de confianza y afecto profundo.

En este periplo Bloguero ya he anticipado algunas acciones históricas de traiciones profundas, como la de Julio Cesar, aunque también podríamos nombrar la de Judas, el beso y las treinta monedas…ambas con los antecedentes de afecto y confianza.

Podemos tomarnos o encarar las traiciones desde varios puntos de vistas; Cortar la relación, apuntar a los traidores en la lista negra, buscar venganza, etc., sea como sea, una traición siempre deja secuelas y cada vez que se recuerdan las mismas evocan esa sensación entre ira y desencanto tan desagradable, sobre todo porque no debemos olvidar que la traición casi siempre es un acto premeditado.

También podemos verlo desde otro punto de vista y analizar las situaciones que llevaron al desenlace, sin descartar responsabilidad por parte del traicionado…Todo esto lo voy a llevar a un  terreno en el que  ya me he manifestado anteriormente, aunque esta vez tiene su genesis en una conversación mantenida en la jornada de ayer me hace que lo inclina al terreno de la participación ciudadana, una vez más. 

La conversación aludida versó sobre la cuota de responsabilidad que tienen los sindicatos mayoritarios en todo lo que política y socialmente está ocurriendo en el país. Convenir que las estructuras montadas por estos podrían ser muy efectivas para los intereses de los trabajadores, quedo fuera de toda duda. El uso y abuso que se ha hecho de las mismas por parte de los dirigentes también fue una coincidencia en la conversación.

Vamos a la parte más peliaguda de la misma; ¿creéis que la inacción de los afiliados de base podrían ser la causa de la degeneración sindical mencionada?...No cabe duda de que es la clave.

Hemos visto como la calidad sindical y humana de los dirigentes sindicales ha ido mermando claramente hasta llegar a la degeneración, tal es así que incluso han aplicado en sus estructuras determinadas reformas laborales retrogradas contra la que supuestamente han combatido con Huelgas Generales incluidas…sin comentarios, mucha verborrea, mucha parafernalia, mucho postureo y cero en ideales, solidaridad, formación o preparación.

Dame pan y dime tonto, dirían los afiliados, que no han hecho nada por frenar esta desazón….Pancismo, sí, pero a día de hoy están sin pan, pero tienen endosado el adjetivo y quizas todavía más grandilocuente si cabe…en mayúsculas…los dirigentes traidores sacando tajada de las treinta monedas mientras van camino del dogal, cuales Judas de andar por casa.

No me cabe duda de que la traición siempre perjudica, materialmente,  al traidor a medio largo plazo, pero creo que el traicionado siempre se llevara la peor parte…porque esta estará viva en el recuerdo de manera permanente…Seguramente habréis oído siempre a alguien decir que ya no se enamoraba mas después de una traición sentimental, casi seguro. Pero lo que ocurre en el caso sindical, donde  el corazón descerebrado no juega casi ningún papel relevante, eso de; Los sindicatos no valen para nada, solo para que los liberados se aprovechen…eso hace mucho daño, dado que desgraciadamente ya no hay, como hace tres décadas,  componenda ideológica que toque la fibra cardiaca y devuelva la confianza, aunque sea a otras siglas.

Por mi parte solo apostar, como le dije a mi amigo cubano, que mi aportación idearía pueda ser compartida y asimilada por uno solo de los lectores que visiten este humilde espacio…sé que no será suficiente para cambiar el mundo en un mes, pero tampoco lo pretendo siendo consciente de lo que hay, aunque al menos espero que quede como ese granito que, quizás en unas décadas, pueda ayudar a conseguir la montaña.

Hablar de revolución es sinónimo de rebeldía, cierto, pero como convenimos, mi amigo el cubano y yo, tener que llegar a la revolución y conseguir el objetivo, no solo tiene que servir para eso, tiene que servirnos tambien para que esta situacion conseguida no degenere en lo mismo contra lo que se lucho, pero cambiando de color a los opresores…y eso es complicado cuando los cambios son traumáticos…quizás poco a poco logremos cambiar el sistema sin degenerar en convertirnos en lo mismo contra lo que luchamos…recuerda que el traidor solo lo es cuando le has dado tu confianza, incluso los que te apoyan en la revolucion..



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