domingo, 11 de diciembre de 2016

ANTOÑITA LA PORTERA



No hay duda de que la experiencia vital la conforman un conjunto de decisiones que se van tomando en el día a día.

Personalidades…un saco, sin duda, pero todas ellas tienen el mismo nexo…la experiencia vital.

Hablar de todas las personalidades es casi imposible, de ahí que los expertos sociólogos y las organizaciones que hacen de esta clasificación su modo de negocio, tiendan a simplificar básicamente en dos: buenos y malos, con algunos pequeños matices….es decir…políticamente aceptados o políticamente incorrectos.

No cabe duda de que esto también es un ejercicio de simplificación, dado que hay múltiples variables que se clasifican en función de quien se encargue de encasillar.

Para evitar subjetividades lo mejor que podemos hacer es ejercer la auto clasificación personal de uno mismo, es decir, tu eres el único que te puedes encasillar de manera objetiva…eso si quieres hacerlo, porque, sinceramente, encasillarse, aunque sea por uno mismo, te limita la posibilidad de crecimiento interno.

Seguramente jamás hayamos clasificado a nadie a quien consideremos anónimo, sencillamente porque está situado fuera de la capacidad de interacción con nuestro “pequeño mundo”. Basta que ese ser anónimo tome decisiones que puedan afectarte para que automáticamente empieces con el análisis más complejo, análisis que evidentemente tendrá una sustancial carga de subjetividad por la carencia real de datos que te permitan aproximar tu valoración a la realmente existente. Ya digo que siempre, aunque barajemos muchos datos, no alcanzaremos ni el 10% de aproximación a la valoración personal del evaluado.

Vivir en una sociedad en la que este tipo de evaluaciones interesadas pueden publicarse en medios que alcanzan una gran dimensión divulgativa se convierte en un juego ciertamente peligroso…se convierte en la prolongación virtual del paradigma: portera.

Estas “porteras virtuales” se caracterizan por la absoluta mediocridad, por su capacidad de manipulación, son como las carretas….mientras más vacías están, más ruido hacen…

El conjunto de experiencias vitales..…la toma de decisiones..….posicionarse….sin duda, cuando definir esa posición tiene un resultado claro, que no da lugar a las interpretaciones, es cuando se ven las proyección de la personalidad más real de cada individuo…cuando solo se puede elegir entre negro o blanco es cuando de verdad hay que saber tomar la decisión más acertada….porque ya no hay segundas oportunidades.

Esta semana, a nivel personal, es una de esas etapas en las que las decisiones son a cara o cruz, aunque ya haya elegido la opción, será sin duda apasionante. Yo la pongo en un plano similar a cuando tienes que dejar una opción deportiva por la inherente perdida de capacidades vinculadas a la edad, aunque aun estés a un nivel por encima de los “jóvenes valores”…es duro, pero hay que aceptar con deportividad los cambios de ciclos…

Continuando con ese símil deportivo si tengo que matizar que la retirada deportiva en esas condiciones, en condiciones de dejar a otros “viejos” con menos capacidades y a otros jóvenes con poca o ninguna capacidad que incluso ni se les esperan, supone todo un orgullo, sobre todo porque está empezando la liga y ahora hay que demostrar en el campo todo lo que se ha dicho en el vestuario, toda la carga de responsabilidad al saliente, de bueno y de malo. Mucho orgullo, sobre todo porque asumir eso sin obligar a nadie a posicionarse a tu favor con coacciones o manipulaciones forma parte del Fair Play que debe imperar en todo lo que tenga como decisión la palabra “equipo”.

Experiencia vital, valoraciones, autoanálisis, valoraciones interesadas, apoyos, manipulaciones…pero sobre todo intereses...ninguno de estos indicadores son cercanos a la realidad si quien los utilizan son ajenos a ti y máxime si lo hacen como armas arrojadizas en tu contra…tu valoración personal sobre ti siempre es la más acertada…y la de las “porteras virtuales” seguramente sean las más alejadas…personalmente valoraré todas aquellas que supongan posicionarse, en el sentido que sea, sin buscar justificaciones a las decisiones tomadas o sin que estos posicionamientos se anclen en la ambigüedad…no se puede ir con un pie en cada barco cuando estos están tomando rumbos divergentes…simplemente tu valoración personal…siempre…sin porteras.
 

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