Vaya papeleta, te acabas de dar cuenta que estás muerto y lo
malo es que ni siquiera tiene la moneda para pagarle al barquero y que te cruce
al otro lado.
Hoy estas de suerte, has cogido al barquero de buenas y te
dice;….!!venga chulo!!...te doy un día más de vida para que acabes todo aquello
que creas que has dejado sin acabar y te buscas la monedita “pa cruza”…!!!ea!!!...hasta
mañana.
!!ufff!!...¿ahora qué?....
Seguramente, la mayoría de vosotros, personas sanas, os
situareis en multitud de pequeños detalles de cariño hacia los vuestros que en
otro escenario casi os hubiese pasado desapercibidos por el mero hecho de que
creemos tener toda la eternidad para hacerlo.
Un beso, un perdón, una caricia, una sonrisa…seguramente nos
demos cuenta que son instantes tan pequeños pero de una densidad tal que no
tendremos suficiente con esas 24 horas que nos regaló el barquero.
Nos faltara tiempo, muchas cosas que decir y muchas cosa por
las que pedir perdón…pero aprenderemos esa última lección aunque no tengamos
tiempo que aplicarla y a buen seguro, encontraremos muchas personas que nos
faciliten esa moneda que, a modo de salvoconducto, utilizaremos para abonar el
traslado a la otra orilla.
Cien años vagando por las riveras será el precio que tendrán
que pagar aquellos que o consigan la moneda…
De esos, me imagino a muchos…muchos cuyas vidas han sido
consagradas al puro maligno…criticar, herir, envidiar, fomentar envidias,
dañar, etc.,…y Caronte
le da 24 horas mas….
Imaginamos que mucho de lo anterior no le quedara por hacer…seguramente
le quede por terminar cualquier crítica con el objetivo de hacer daño….cualquier
charranada a alguien que lo tomaba como amigo….a meter el único palito en
candela que faltaba para que otros dos se peleen entre ellos, etc….24 horas
suculentas para este tipo de personas cuyo objetivo vital ha sido siempre el
hacer daño disfrazado de defensor de causas nobles…24 horas para acabar lo que había
empezado….
Tras las 24 horas….el primero llega a la orilla con una
bolsa de monedas que le han ido dando sus seres queridos al conocer la historia
y una lección aprendida….el segundo llega a la orilla con una sonrisa de oreja
a oreja por el “porculo” que ha logrado dar en 24 horas y sin un solo obolo con
el que pagar a Caronte..
El primero recibió sin pedirlo y el segundo ni se preocupo,
ni se lo dieron...se ve que mucho no sembró el muchacho…¿os suena?....pues a
este le tocan los cien años de bagaje ribereño.
Esto dicho así es duro…pero seguro que os suena…seguro que conocéis
muchas personas del primer corte y algunas del segundo, que mejor no haberlas
conocido, aunque sin duda os quedáis con las primeras…Bien, pues recordad….Caronte nos
acaba de dar 24 horas.
¿Qué harías con esas últimas e improrrogables 24 horas?...inviértelas
en los detalles esos para los que creías que tendrías tiempo más adelante…recuerda
que 24 horas haciendo buenas obras genera una impagable satisfacción que puedes
entender de dos maneras…poniéndolo en práctica a partir de hoy, con lo que
aprendes la lección y tienes también la oportunidad de aplicarla…o por el
contrario…esperar al barquero….aunque eso de las 24 horas me lo he inventado yo…y
que le cojas de buenas y cambie el cuento.
Recuerda…tu que todavía las tienes…inviértelas en positivo….
Bueno, os dejo…sigo remando.
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