El grado de importancia, para bien o para mal, que cada uno
da a las personas en sus vidas interfiere directamente en su situación emocional.
Hay muchos estados que tienen a confundir a propios y
extraños. Una amista efusiva puede ser sinónimo de relación sentimental, sobre
todo si es entre hombres y mujeres, que automáticamente se traslada al plano sexual
si tiene esos condicionantes de género…es pensar fácil, juzgar fácil, valorar
el producto por el envoltorio, antes de abrirlo.
Como te ven desde fuera…importante, luego os cuento.
No cabe duda de que cada uno tenemos nuestras manías,
nuestros tics, todos somos de alguna manera complicados y tendemos a
posicionarnos. Dependiendo de con quién te sitúas en una posición de esfuerzo
por que la relación sea cordial o de reproche porque la situación no es
agradable. En ambas situaciones hay posibilidades de encontrar un equilibrio
para la relación.
La búsqueda de ese equilibrio es la que condiciona la cualidad
de cada cual, la búsqueda de la ecuanimidad, algo que el manipulador sabe y
utiliza a la perfección para inclinar la balanza de su lado y ser el dominador
de la situación, es decir, no musca el equilibrio, solo la ventaja…de ahí lo
peligroso de entrar en ese terreno de juez permanente.
No podemos, no debemos, desde mi punto de vista, hacer
juicio de valor sin conocer a fondo los temas o las personas, aquí es donde
entra eso de cómo te ven desde afuera.
Es normal que haya gente que no sea capaz de vivir independientemente
por su cuenta y necesiten, emocional o físicamente, una muleta, muleta a la que
hacen ver como tal al resto de los mortales dando una imagen de que es en
realidad la muleta la que le necesita a él…el manipulador, experto en realidad
virtual…hace de juez y pone a los manipulados a su servicio para que apoyen las
sentencias que emite desde sus habituales juicios sumarísimos…
Una sociedad en la que los mediocres quieren ser superhéroes
sin tener capacidades o al menos hacer un esfuerzo por trabajarlas, es un muy
buen caldo del cultivo para el manipulador, que por otra parte necesita de la energía
de sus víctimas para aparentar tener más entidad, un instinto muy primario de
defensa que ya deja entrever la mediocridad…sujetos de psique y actuaciones
primitivas mentalmente hablando.
Lo normal es que las personas que no son manipuladoras puedan errar en sus criterios o
valoraciones, paro también es normal que les genere inquietud por conocer más,
por saber…errar en el primer juicio es casi normal…lo que a una persona normal
le genera esa curiosidad por conocer más….esto también significa arriesgarse a
caer en las redes de los victimitas, que es otra manera de manipulación peor si
cabe, sencillamente porque no suelen ser agresivas, al contrario, te cuesta más
trabajo de acometer con ataques…!!Encima que lo está pasando mal le vas a dar!!...también
es otra manera.
La verdad es que las relaciones humanas son complicadas,
sobre todo si eres políticamente correcto, a los que no lo somos nos cuesta quizás
menos porque estamos jugando en otro campo donde la manipulación a través del “qué
dirán” o del victimismo nos resbala sobremanera, nos resbalan los juicios sumarísimos
teledirigidos…quizás porque tenemos la clave, que no quiere decir que en
determinados momentos no nos cueste aplicar, pero la tenemos…se llama indiferencia.
Cuando metemos a las personas en ese plano, automáticamente pierden
la batalla…dejan de existir, no afectan, no influyen, no duelen, no alegran, ni
siquiera sus crisis o situaciones negativas te producen ese placer que dicen te
da la dulce venganza…sencillamente indiferencia, entran en ese plano del que ya
no van a salir, sencillamente porque los manipuladores no cambian, simplemente
se mimetizan para volver a coger situación de ventaja, para intentar volver a
coger protagonismo e influencia sobre ti y sobre el entorno…no cambian, al
contrario.