La madrugá…el punto álgido de una Semana Santa a la que se
le presupone ser la excelsa representación de lo que se viene denominando por ahí
como: “sevillania autentica”…un estereotipo que para nada identifica, desde mi
humilde opinión, la idiosincrasia del hispalense común.
No cabe duda de que esta sociedad, la sociedad de la envidia
y del individualismo, este tipo de representaciones fomenta las diferencias
entre los que son, los que aparentan ser y los que no serán…me explico.
Hace unos años parece que se tenía claro que el clero estaba
al margen, era la elite, junto con el médico y el alcalde….la representación de
los poderes mas arcaicos…a día de hoy se ha mezclado todo eso…en cualquier
junta de gobierno de cualquier hermandad ya existe representación de ciudadano común…ese
que antes solo podía aspirar a ser nazareno o en el mejor de los casos, ganarse
unas pesetas sacando cofradías…un empujón para las maltrechas economías domesticas
de la época…
El acceso a del ciudadano común a los órganos de decisión de
las hermandades ha contribuido a todo lo contrario que debería, en mi humilde opinión;
a abducir y convertir el ciudadano humilde en el típico pobre harto de pan…villalata
con corbata…dicho esto sin intención de ofender a nadie, porque también me
consta que hay honrosas excepciones y porque a lo largo del texto veréis que no
es un ataque hacia lo que representan los cofrades.
En la feria pasa tres cuarto de lo mismo…a día de hoy cualquiera
tiene una caseta en el real…lo que pasa es que en vez de imitar los orígenes de
las mismas; simples despachos de bebidas donde se negociaban los tratos
ganaderos…y de acceso al publico general…se ha copiado el ostentoso modelo
posterior que las clases pudientes impulsaron en régimen de exclusividad de
acceso.
Mas madera para el concurso de sevillania autentica.
A ninguno se nos escapa que la mayoría de los ciudadanos
hispalenses que pululan por hermandades o por el real de la feria, ataviados
con chaquetas de postín, camisas con el logo del caballito de los cojones o de
la banderita patria, un marcado peinado engominado e incluso sus patillas a lo
curro Jiménez, no son más que pura fachada, una burda imitación temporal del
señorito cortijero de épocas pretéritas…para mi es más o menos como en Cádiz,
el tipo de Carnaval.
No pretendo ser insultante o irreverente con estas personas,
al contrario, todas tienen su importancia para múltiples acciones que sin su
existencia sería imposible poner en práctica…la labor de los cofrades en su día
a día de las hermandades sirve para dar cobertura a muchas de las carencias sociales
de ese elenco social semiexcluido o el empujón económico que supone el empleo
que genera la Feria precisamente en ese arco social anteriormente referido.
El disfraz de sevillanito es lo que pongo seriamente en duda…el
paradigma…no porque a mí me parezca mal, cada uno allá con sus apariencias, sino
porque lo sucedido esta madrugá tiene que ver mucho con eso…con la envidia que
genera el señorito…con esa sensación de impunidad que envuelve a quien tras un
traje de postín se cree intocable legalmente…en definitiva, ante la provocación,
la intolerancia y las exclusiones.
Estimados amigos, el sevillano no es así…sencillamente se
pone el tipo de carnaval para representar su repertorio en determinados días o épocas
del año…lo que pasa es que como en cualquier espectáculo, eso crea tendencia y
algunos se creen que lo que pasa en las películas sucede de verdad…si, así de
simple….al igual que nuestros mayores creían que dentro de una radio había personas
diminutas hablando…la falta de cultura hace creer a algunos, sevillanos
incluidos, que los sevillanos, valga la
redundancia, vamos siempre con el coche de caballos y el puro cantando
sevillanas por las calles…!!ojo con esto!!...al margen de lo que supone de
irreal para la imagen de la ciudad, supone la creación de los talibanes de la
envidia y el protagonismo…
Lo ocurrido en la “madrugá” de este año tiene que hacernos
reflexionar…está bien representar el papel, ponerte el disfraz e incluso creértelo
en determinado momento…pero recuerda que el típico tópico del cartel de fiestas
primaverales debe referir solo al armario de los disfraces de carnaval de las
fiestas de Sevilla…no te lo creas, a ver si te va a pasar como a los niños que
antaño se vestían de Superman y se tiraban por los balcones creyendo tener
poderes voladores…
Cierro el cartel de fiestas primaverales….muy sevillano, sí
señor, tan tradicional como poco castiza es la portada de este año…aunque a mí
me gusta, sencillamente por lo rompedora…lo que me mosquea es que los
verdaderos señoritos de la derecha más rancia y arcaica hayan iniciado en las
redes una campaña contra este diseño y los que se ponen el tipo de sevillanitos
al uso les apoyen con sus firmas….amigos míos lo han hecho….increíble…como increíble
es la hipocresía de aquellos que criticaron el modelo modernos de las setas de
la Encarnación y ahora hayan hecho de ese espacio seña y bandera para “vacilar
ante los forasteros….postureo al poder…
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