martes, 12 de septiembre de 2017

HASTA AQUI PUEDO LEER

Cambiar cosas o intentar cambiarlas siempre deja residuos difíciles de reciclar.

Antes del inicio del proceso eres tachado de todo lo que a cada cual se le venga a la cabeza…durante el mismo, por muy incongruente que pueda parecer, tachado de lo contrario…y cuando acabas…cuando acabas resulta que todos confiaban en tu criterio.

El antídoto es la indiferencia…tarda en llegar, pero llega…no intentar convencer a nadie de nada y por supuesto alejarte mentalmente de lo que te hace daño, sobre todo si es cercano…al fin y al cabo siempre es mejor ser tachado de indolente que echarte la responsabilidad de intentar argumentar a todas las cuestiones, incluso las más claras…no en vano sacar las cosas de contexto es la especialidad de quien te ataca por el mero hecho de atacarte…aunque medio minuto antes te haya defendido a capa y espada.

En ocasiones uno se empeña en creer que con argumentos sólidos se convence al personal de determinada postura, aunque no la comparta, pero la realidad es que esperar empatía no es viable cuando la otra parte te dice; “que me dejes ya de paranoia” y te lo dice con un sutil…”yo te entiendo pero….”, eso es aun más decepcionante si cabe.

Indiferencia…cuando te cansas…indiferencia…. De nada vale que te empeñes en solucionar todo o casi todo de tu entorno, no eres infalible…no puedes con todo y no tienes que preocuparte por todo…especialmente de lo que no depende de ti, ni en su inicio, ni en su evolución, ni en su desenlace…simplemente recuerda que ser de determinada manera solo está al alcance de los elegidos…porque ser así no es lo común…que es lo que debería…es simplemente la excepción, es raro…

Definir esto no tiene por qué ser referido a mí, ni a ti, ni al de al lado…simplemente a lo que puedo observar en el entorno…simplemente situaciones de personas…está el que hace y no critica….el que hace y critica…el que no hace y no critica….el que no hace y critica…por encima de esos…el peor parado siempre es que de manera indolente ha dado la partida por perdida después de mucho hacer y poco criticar…

Seguro que habréis vivido situaciones similares…seguro que a muchos de vosotros ya os importa un bledo…pero seguro, seguro que muchos de los que leéis esto habéis soportado la indolencia de quienes os han “mandado al mundo de la magia”…si eres de esos…piénsalo…si eres de los que mandas a mundos mágicos al personal…replantéatelo, resitúate…lo mismo dejar de ser como eres en realidad no tiene porque llevarte a convertirte en lo que no quieres…como dijo Pitágoras; Ayuda a tus semejantes a levantar su carga, pero no te consideres obligado a llevársela…¿Qué opinas?

PD: Pontelo facil...que los demas te lo pongan a ti no va a ser lo habitual...

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