
Hoy, me ha dado por la nostalgia…Triana…mucha tela, pero no
la Triana del postureo actual, no, de la Triana de la gente de Triana…de mi
gente.
Es difícil imaginar a alguien que tenía su residencia en Nervión
y luego en la Macarena escucharle decir que es trianero…pues así es…así me
siento…y no cabe duda que las circunstancias, como a muchas cientos de familias
de trianeros, hizo del éxodo obligado un
extraño sentimiento trianero apátrida…aunque sin duda haber tenido la
suerte de que muchos de mis familiares lograsen seguir viviendo en el barrio,
ayudaba…
El trasiego errante que mi familia ha mantenido desde el exilio
forzado al arrabal y viceversa, ha sido una constante en mi vida…!!niño, vámonos
pa Triana!!...cualquier día de la semana, pero manteniendo la tradición permanente
e ineludible de la visita de los sábados desde prácticamente mi nacimiento…o
viceversa, recibir constantemente la visita de mis abuelos, mis tíos o mis
primos…eso sí, con especial y entrañable apego al cachito de Triana llamado ¡EL
TURRUÑUELO!
Hay algo que un día me hizo reflexionar cuando hablaba de la
Triana de mis abuelos, de las juergas, del arte, de los típicos tópicos sin
postureo…!!tu estas amamonao, niño!!...dices eso porque no has sufrido el día a
día de aquella Triana…!!plas!!...cierto, dicho eso, como un resorte, comienzan
a caer recuerdos tras recuerdos que tenía enclaustrados y bajo llave…será
mecanismo de defensa, pero es cierto que para encontrar recuerdos ajenos a los
felices, tengo que escudriñar bastante hondo en mi mente…
Cierto…mi abuela materna paso penurias, calamidades, y
muchas otras situaciones que prefiero dejar bajo llave y tirarlas al mar…como
mis abuelos paternos, mis tíos…uff, se me eriza al vello, se entremezclan los
recuerdos…y si, ya no quiero volver atrás, ni que ellos vuelvan…sobre todo
ellos…por lo vivido, por lo sufrido y sobre todo por lo mucho que tienen que
callar…cuando el verbo “callar” se utiliza en su máxima expresión.
No obstante, mis recuerdos de mi abuela y mis tíos en el
Turruñuelo, el olorcito a puchero en la Cava cuando iba a ver a mis tíos, el
Barrio Leon, mi abuela paterna, mi tía…mi tío y mis primos en la calle Alfarería
y luego en Castilla…el kiosko de mi abuelo paterno en la Plazuela, la Vega
eterna y sus tejares y las ciento de juergas que me enseñaron las reminiscencia
de esa Triana festera…mejor me quedo con lo bueno y, sí, ya no me apetece
volver a esa Triana, ni que vuelva, sobre todo por ellos…por mucha curiosidad y
envidia que sienta de los mejores momentos…no obstante…me siento, soy, trianero…
Ya veis…hoy toca nostalgia…aunque tengo la suerte de seguir
diciendo…!!voy a Triana!!...porque todavía tengo a mi gente allí, porque son de
los de siempre del barrio…y porque aún mantienen el “enrreo” de los viernes y
porque a ese “enrreo” van los que aún viven en Triana y los que no vivimos…y
mientras se mantenga ese espíritu…!!Triana vive!!...asi que lo que le quede, me
lo voy a beber cada vez que pueda…eso sí, con vuestro permiso…
PD: No quiero dejar pasar la oportunidad de romper una lanza
por la Vela de Triana, que en estos días se estaría celebrando y, como no, ese
olorcito a yerbas morunas que se entremezclaba con el de las “arbellanas”
verdes y el olor a sardinas asadas…ese olor tan peculiar…porque como veis, la adicción
es la adicción y la cabra siempre tira al monte.
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